Soy Diana, una joven salvadoreña convencida que la educación es capaz de transformar realidades. Mi vida cambió el día que mi directora en el Instituto Católico San Francisco de Asís, en el Puerto de La Libertad, nos habló del Programa Oportunidades. Ella nos motivó para que varios compañeros aplicáramos, y aunque solo yo fui seleccionada, su impulso fue clave para que me atreviera a soñar en grande.
Desde el inicio, Oportunidades representó un reto. Sentí nervios, dudas y muchas emociones encontradas durante el proceso de selección. Aun así, tenía metas y sueños claros. Luego, cuando entré a la Fase 1, adaptarme a la doble carga académica no fue fácil, pero cada esfuerzo valió la pena.
Algo que me encantó de la Fase 1 fue poder fortalecer parte de mis habilidades, en especial en materias como matemáticas. Siempre me han gustado y en el Programa pude desarrollar mi Inteligencia Numérica de una gran forma, porque no solo aprendí lo básico, sino funciones y procedimientos avanzados.
El Programa Oportunidades también me ayudó a reconocer mi valor y transformarme para ser la mejor versión de mí misma. Pasé de ser una joven un poco tímida, a una persona segura, con habilidades para relacionarme, hablar en público y participar activamente.
El Programa Oportunidades no solo me abrió puertas académicas; me transformó por dentro. Aprendí a confiar en mí, a convivir con otros, a reconocer mi valor y a pensar más allá de mis límites. Hoy, gracias a Oportunidades cuento con una beca del 100% para la universidad, algo que parecía inalcanzable tiempo atrás.
En el último año de la primera fase del Programa, tenía que tomar una decisión importante sobre mi futuro, elegir en qué universidad estudiar. Tenía dos opciones en mente, pero mi sueño era poder estudiar en Key Institute. Aunque no tenía confirmación, me atreví a decir que lo lograría. Y así fue, meses después, fui aceptada, demostrando que, con confianza, preparación y apoyo, los sueños sí se hacen realidad.
Mi experiencia en la universidad ha sido increíble. Me he sentido bienvenida, valorada y desafiada a seguir creciendo. En apenas cuatro semanas, he vivido momentos únicos: he conocido a personas influyentes, compartido con científicos, y confirmado que mi propósito como futura ingeniera es transformar realidades y contribuir al desarrollo de mi país.
Pero todo esto ha sido posible porque, desde el inicio, el Programa Oportunidades creyó en mí, incluso cuando yo no lo hacía del todo. Me brindó oportunidades, formación y un acompañamiento integral que sigue hasta hoy. Gracias a Oportunidades, no solo estoy construyendo una carrera, estoy construyendo una vida con propósito.
Hoy me siento lista para asumir los desafíos del futuro y convertirme en una agente de cambio en mi comunidad y todo esto comenzó con una oportunidad. Animo a todos los jóvenes que están interesados en aplicar al Programa Oportunidades que lo hagan, no se queden con las ganas de intentarlo, porque Oportunidades te ayuda y demuestra que se puede soñar en grande.