Soy Yukio Ogawa y actualmente estudio Ingeniería Informática en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Quiero compartir con ustedes mi experiencia en el Programa Oportunidades, el cual ha cambiado mi vida de maneras que nunca imaginé. 

Crecí en un hogar de escasos recursos, donde el afecto emocional era poco y el ambiente era frío. A pesar de estas circunstancias, la disciplina fue una constante en mi vida. Mis padres, me enseñaron a ser responsable y a luchar por lo que quiero sin esperar que alguien me impulse. Esta disciplina me ha permitido destacar en varios concursos y certámenes, y gracias a ello, pude ingresar al Programa Oportunidades. 

Mi camino hacia el Programa Oportunidades comenzó cuando dos jóvenes que estudiaban en mi colegio compartieron su experiencia. Un profesor nos recomendó el Programa y, aunque tenía dudas sobre si me aceptarían debido a mi doble nacionalidad, decidí intentarlo. Desde el primer momento, supe que este Programa me abriría las puertas a nuevas experiencias. 

El Programa Oportunidades ha sido fundamental en mi desarrollo personal y académico. Al principio, mi conocimiento de inglés era básico, pero gracias a las oportunidades que se me brindaron, he mejorado significativamente. He hecho amigos con quienes he construido lazos muy fuertes; el networking que hemos creado es increíble. Nos apoyamos mutuamente en nuestro proceso y eso me ha motivado a seguir adelante. 

Una de las lecciones más importantes que he aprendido es a creer en el potencial de las personas, gracias al Programa Oportunidades aprendí que todos tenemos algo valioso que aportar más allá de las apariencias. 

Estudié en el Instituto Complejo Educativo Thomas Jefferson, y aunque llevar la doble carga académica fue un gran reto, no fue imposible. Hubo noches de desvelo y momentos de frustración, especialmente cuando no lograba comprender algún tema, pero siempre tuve mis metas claras: quería superarme. 

Gracias a esa determinación, logré graduarme tanto del bachillerato como de la Fase 1 del Programa Oportunidades con un promedio de 9.9. Sentí una enorme felicidad y un profundo orgullo por mí mismo. Muchas veces somos nosotros quienes dudamos de nuestro propio potencial, pero cuando vemos los frutos de nuestro esfuerzo, todo cobra sentido y se vuelve realmente hermoso. 

Ahora soy parte de la Fase 2 del Programa Oportunidades y estar ya en la universidad ha sido increíble. He conocido a personas maravillosas que me inspiran y me empujan a dar lo mejor de mí. Aunque no conozco bien San Salvador y me he perdido en varias ocasiones, mis amigos de la universidad siempre están ahí para ayudarme. 

Si estás considerando aplicar al Programa Oportunidades, ¡hazlo! Muchas veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos límites. Antes de aplicar, llegué a pensar que el Programa no era real, pero decidí arriesgarme, y descubrí una experiencia que transformó mi vida. 

El Programa Oportunidades impacta de manera profunda la vida de miles de jóvenes en todo el país. Cada miembro del equipo es un verdadero agente de cambio, siempre motivándonos a crecer y dar lo mejor de nosotros mismos. Hoy puedo decir con certeza que, así como ha cambiado la vida de muchos niños y jóvenes, también cambió la mía. 

No todo ha sido fácil. Uno de mis mayores retos ha sido manejar los horarios de la universidad, ya que soy de Sonsonate y el transporte a San Salvador puede ser complicado. Sin embargo, he aprendido a ser resiliente y a adaptarme a las circunstancias. 

A lo largo de este viaje, he aprendido que las oportunidades en la vida no siempre vuelven a presentarse. Cuando se presenta una, es importante aprovecharla al máximo. No se trata de preguntarnos si somos capaces o no, sino de dar lo mejor de nosotros mismos. 

Mi historia es un testimonio de que, a pesar de las dificultades y un entorno complicado, la disciplina y la perseverancia pueden llevarnos lejos. Estoy orgulloso de lo que he logrado y emocionado por lo que el futuro me depara. 

Gracias al Programa Oportunidades, estoy cumpliendo mi meta de estudiar en la universidad de mis sueños. Este camino ha sido difícil, pero cada paso ha valido la pena.